Por la Causa de Algún Rebelde

Años han de pasar,
una luz sin extinguir,
una cruz que convirtió
a otros pueblos por su fé,
aplastando sin saber,
en el nombre de su dios.

Tu herencia de ayer,
la herencia de ayer.

Años han de contar,
una historia por hacer,
una guerra que partió
a un país por ambición,
aplastando por placer
en el nombre del poder.

¿Porqué? Tendrás que recordar
Tu vida fue una gran fatalidad.
Tal vez es hora de cambiar
y alejarte para siempre de este lugar.

Conducia sin parar, sin pensar en nada más
esperando a que cambie su destino.
Deseaba encontrar un camino sin pisar
que acabara con su destino maldito.

Buscar. No aciertas a encontrar
un lugar en donde puedas comenzar.
Soñar. Dejar la realidad
no es algo que te pueda ayudar.

No ves lo que es,
es sólo el fruto de una maldición.
Tu has de encontrar
al culpable de tu perdición.

Todo el día sin salir.
es pesado esperar a que el sol caiga
y con ello traiga un deseo de maldad.

La noche será tu compañera,
no le digas que no.
Tus ojos brillantes pidiendo alcohol,
tu cuerpo buscando, queriendo calor.

La ciudad ya no es igual.
Sombras te rodearán. Tu boca reseca,
llena de impaciencia, te hará olvidar...

Tú sabes muy bien que no todo va mal.
Ya sé que todavia hay algo que apogar.
¿Qué fue lo que pasó, que nos hizo pensar?

Era como un niño
malo y travieso
que creció deprisa,
sin ningún complejo.
Luego se deshizo
volviéndose fuego,
un fuego que avanza
a favor del viento.

Hace más de diez años
que todo comenzó
y aún se huele el humo
del incendio que causó.
¿Cuál fue la reacción
que nos hizo cambiar?
Una y otra vez
volveremos a empezar.

-A Manolo UVI-

Jueves negro en Wall Street.
Días antes me comprometí
a invertir mis ahorros junto a ti.

Nunca un soplo resultó peor.
Maldito idiota, hundiste toda la nación.
Estuve a punto de tirarte del balcón.

Tú me decías, sucio bribón,
que me olvidara de mi temor.
Y yo creía que mi inversión
resultaría mucho mejor.

Muchos pobres por el país
sin dinero para compartir,
sólo mi ingenio me hizo sobrevivir.

Un día cualquiera,
vagando por algún rincón
la ciudad se llena
de gente sin corazón.

La suerte de estar sin problemas.
Harto de seguir en esta realidad,
tu imaginación te hizo libre
cada vez más.

Eres un tipo solitario
que huye de la multitud.
Nadie entiende lo que cuentas,
nadie cree lo que tú puedes ver.

Mentira y fantasía son palabras
que no se pueden mezclar.
En tu mente todo existe.

La Ley esta vez se equivocó.
Pensabas que no iba a pasar,
era algo incuestionable
y, así, empezaste a dudar
que tu conducta ejemplar
ya no servía para nada.

La Ley

Pensar en lo que puedes hacer
sin contar ya con la Ley
te hace ser mucho más libre.

Creer en algo siempre está bien.
No te puedes engañar,
eres tu contra fi mismo.

Seguir en otra dirección,
quizá más dura, más cruel,
pero siempre más sincera.

Y al fin, separado de la Ley.
Ahora puedes descubrir
el poder de la mentira.

Estás pensando
acerca de tu vida,
tumbado en la cama
sabes que no, así no puedes seguir.

Estás abatido, pero no muerto.
Te compadeces,
sabes que no, así no puedes seguir.

Siempre moviéndote, buscándote la vida.
Nunca lloraste, siempre optimista.
De los errores se aprende,
pues tú siempre jugaste para perder.

Siempre luchaste, ahora no te rindas.
Estás decidido,
sabes que no, así no puedes seguir.

Estás pesando acerca de tu vida,
tumbado en la cama
sabes que no, así no puedes seguir.

Triste vida si a tu edad
te consuelas sin pedir algo más.
Muchas manos que jugar
pues perdiendo se aprende a ganar.

Ella desea cambiar toda su vida por
poder compartir su soledad.
Alguien en quien poder confiar,
alguien a quien poder abrazar.

Una desilusión no compartida,
el deseo de estar otra vez en la oscuridad.

Ella desea hablar sobre sí misma
sin temor a perder su dignidad.
Ella no va a dejar de probar
aunque vuelva otra vez a fallar.

Vida diaria, monotonía
vida diaria no compartida.

Un viaje sin retorno,
sin principio ni final.
Pasajero sin haber querido
buscando sólo una realidad.

Fué de repente,
un escalofrio de angustia.
Fué sin querer.
Sentimientos extraños.

Una tierra desconocida,
un terreno por conocer,
una lucha casi constante,
sin saber cómo volver.

- A todos nuestros muertos.-

Cuando la lluvia te sorprenda
empapándote al andar,
cuando tu único refugio
sea sólo un turbio bar.

Botas sucias de pisar
el asfalto en la ciudad.
Caminando...
en busca de algún bar.

No eres nadie importante,
pero a tí eso te da igual.
To reflejo en una copa
te hará olvidar.

Cuando la última gota caiga
de una botella sin pagar,
cuando tu último recuerdo
sea sólo un turbio bar.

Tras una gasolinera
que en otro tiempo fue un rancho,
hay un grasiento garaje
que a otra hora servia de establo.

Allá en Ohio,
estado del carbón,
vive Tom Raiser,
un loco del motor.

La combustión interna
es su consagración.
Es la velocidad
su mayor pasión.

Colgado de un chasis Harley,
todo un motor Chevrolet.
Hizo un ingenio maldito
nacido para correr.

La ruta 71,
autopista del motor,
pista de los locos suicidas,
infierno de diversión.

En las afueras, la luz de la luna.
Llega el arranque, comienza la tensión.
La calma da lugar a un sonido angustioso,
ruido salvaje que ruge cual león.

90 millas por hora,
y apenas se siente el suelo.
200 millas por hora,
y va fuera de control.

De un Chevrolet y una Harley,
tan sólo surcar el aire,
Y yo aquí, en una Ducati,
camino de Cincinnati.